VssaBlog | Caripe nunca deja de gustarme. Estoy enamorada de este pueblo desde que era pequeña, eso es culpa de mi papá. Él nos llevó a recorrerlo muchas veces. Disfrutaba contarnos sobre los lugares donde pasó su infancia y lo sabroso del clima de montaña.
Mi papá tenía la capacidad de bañarse en los ríos sin temblar de frío. Aunque la temperatura estuviese muy baja, como buen caripero él era inmune a eso, posiblemente por esa razón nunca se la llevó bien con el clima caluroso de Maturín.
La crisis del país también golpea a Caripe, como lo ha hecho con todos los rincones de Venezuela, pero este gentil pueblo no se resigna. Caripe sigue mostrando un rostro encantador a quienes lo visitan. Colorido, lleno de flores y de gente que sonríe. En una de sus colinas de la parroquia San Agustín está la posada Villa Moruna.
Además de lo hermoso de sus instalaciones y su maravilloso jardín, algo más me llamó la atención en ella: Su creador, el Sr. Antonio Camacho.
Este amable caballero a sus 83 años recorría la posada de arriba abajo. Revisaba cada rincón y daba instrucciones de cosas que se debían mejorar. De regreso a Maturín, mi esposo y yo retornamos junto a él y con la misma gentileza que nos recibió en la posada, nos contó cómo fue que siendo español terminó por estos lados de Monagas arraigado a las montañas de Caripe.
«Llegué a través de un programa migratorio del presidente Rómulo Gallegos. Escapábamos de la guerra en Europa. No sabíamos a donde veníamos exactamente. Cuando conocimos sobre el programa, escuchamos el nombre de nuestro destino: «¿A donde nos vamos?: A Venezuela, respondieron.
Lea también: Fotos | El viejo e imponente castillo de Cumaná
Sin saber mucho, mi mamá y mis hermanos recogimos las pocas cosas que teníamos y emprendimos el viaje, lo único que queríamos era huir de la guerra», contó.
¿Qué recuerda de ese momento?, le pregunté
-En el puerto de La Guaira había mucho movimiento, fueron varios meses de viaje en barco. De allí nos trasladaron a Maturín y luego a Piar, donde viví muchos años. Lo que más apreciábamos era que aquí podíamos tener la tranquilidad que perdimos en España.
El Sr Antonio, siendo muy joven vio en Venezuela un camino repleto de oportunidades. Se quedó y formó familia. «Aquí logramos muchas cosas. Tuvimos muchas oportunidades, progresamos. Venezuela era gentil, amable. Nadie nos trataba mal, al contrario, todos nos tendían la mano», recordó.
Tanto fue la hospitalidad de esta tierra, que el Sr. Antonio no quiso irse más. A España jamás volvió, ni siquiera de visita. Los recuerdos de la guerra le impidieron reconciliarse con aquel pasado, aunque reconoce que «eso por allá ahora es muy bonito», dice con tono de picardía. Al decirle: aah pero a fin de cuentas usted es español!! él nos frenó y respondió: No! yo soy venezolano!, con un tono de abuelo regañón.
Villa Moruna era en principio una casa rural, donde compartían en familia. La necesidad de más espacio los llevó a transformar aquella pequeña casa en una edificación más grande. Por temporada amigos, hijos, tíos y primos compartían, pero el paso de los años y la ley de la vida hizo que muchos tomaran su rumbo.
Ante la necesidad de que la casa no quedara mucho tiempo sola la transformaron en una posada y vaya suerte que tuvimos entonces los que ahora podemos visitarla y pasar un rato maravilloso en esta posada construida con el trabajo de un emigrante que se enamoró de Venezuela en los tiempos en que esta tierra adoptaba hijos ajenos y desconocía el sabor amargo de despedir a los hijos propios.
El Dato | Qué no debes dejar de hacer en Villa Moruna?
- Tómate una foto en su espectacular jardín, el verdor y sus maravillosas flores te deslumbrarán
- Disfruta de las hamburguesas del chef Neuman Morales. Te juro que son las mejores que he probado en mi vida y son muy famosas en Caripe
- Camina por sus áreas verdes. Los jardines de Villa Moruna fueron obra de Gela Velásquez de Camacho, esposa del Sr, Antonio; ella se encargó de decorar todo el lugar con flores naturales de distintas formas y colores
- Disfruta de sus cálidos espacios internos. La decoración de la posada también es obra de la señora Gela.
- Si vas a Villa Moruna despierta temprano para que puedas escuchar el maravilloso concierto que te darán los pájaros
- Villa Moruna tiene su nombre del calificativo que en España le dieron a la conquista árabe que dominó la península ibérica entre 711 a 1492. A los árabes se les llamó moros y como el señor Antonio nació en Andalucía, específicamente en Cádiz, decidió que por sus ancestros y al tener sangre de moros, bautizó la posada como Villa Moruna.
- Y por supuesto: Respira profundo, no encontrarás aire más limpio y puro que el de Caripe
Si te gustó esta entrada compártela y suscríbete a mi Blog y a mi canal Youtube para compartir contigo esta y otras experiencias maravillosa. Cuéntame, qué te pareció este hermoso lugar?
Con amor, Vssa
Enfoque Femenino 
Deja un comentario